domingo, 15 de febrero de 2009

mar adentro

Los hijos de Eva
son libres en su voz
son libres en el ceno de su corazón
pero el ojo esquivo de lo externo, extraño y real
no consigue entenderlos

el paso se ha prohibido desde dentro
y las caricias solo las ven las caras
el aroma supera el sentir
y el silencio solo lo opacan los anhelos

El movimiento es tan relativo
se convierte en vuelo en todos los sueños,
en el deseo imposible de levantarse
pero existe aún en la quietud,
en el paso del sol, la noche, la brisa y todos los recuerdos

Son los ojos y la voz como al tiempo de nato
los que dicen todo
y son los únicos que pueden decir,
los únicos que parecen vivir

En la mente en su conjunto rozan lo externo,
lo extraño y lo real de una vida diferente
que no es suya, que no puede ser suya,
que acaba en silencio y en quietud
sin huellas
con el llanto guardado en ese silencio
u olvidado en el tiempo

Es la muerte – dulce espera
que se vuele compañera, antes de llegar
ya atiborrada por los propios pensamientos que la llaman,
el único consuelo del cambio real –dulce muerte
se convierte en refugio de un deseo incomprensible
por el mundo que mira más allá

¿qué se vive si no hay vida con la que vivir?
¿a dónde llegar si no existe movimiento?

La vida no es propia
es un pedazo sin privacidad ninguna
el cuerpo ha dejado de ser templo,
de ser algo,
no sé sabe que es, solo se puede ver

Y la misma historia sin movimiento
solo con sol, lluvia, luz y oscuridad
llena de recuerdos
de sueños...de tiempo quieto

El pasado es incomparable
pero inexplicable, otra vez relativo,
el deseo de un sueño hecho realidad es gigante
los ojos, la boca, la voz
ya sin pies, sin manos
sin camino, sin salida

Todo,
los sueños son la vida
y todos los deseos quedan dentro
.
.
. mar adentro

1 comentario:

Andre dijo...

es increible como fluye la inspiracion....tienes talento, cultivalo

este poema siempre me a gustado mucho...sobre todo:
"El pasado es incomparable
pero inexplicable, otra vez relativo"