te veo
pero ya no estoy ahí
nos hemos convertido en fantasmas
de una casa de cristal
sí, me siento como el protagonista de Auster
no me has dicho nada y me he ido
no puedes encontrarme
aunque sepas donde estoy
yo se de ti pero tú ya no puedes verme
no te dejo
no debes
creo que así dejo de hacerte daño
los silencios han vueto a aparecer
se han hecho más grandes
los espacios entre nosotros ya no se pueden contar
menos con kilómetros
las miradas han desaparecido
porque es como si ya no tuvieramos ojos
se han acabado las palabras
pero tu voz sigue sonando
ecos de tu risa
no puedo evitar darme cuenta de que sí estás ahí
aunque trate de hacerme la invisible
tu no desapareces y sé que tratas de verme
sabemos que ni podemos mirarnos
que todo debe acabar
debo ser un fantasma, algo que ya no está
no quiero escuchar que te hablen
que te rías
pero es tarde,
adiós
ya no estoy, ni volveré